Está indicada para todas aquellas personas que desean mirar más allá de lo visible y comprender el origen emocional de lo que están viviendo. A veces sentimos que hay algo que se repite, un malestar físico o emocional que vuelve, o simplemente una sensación de bloqueo o desconexión. En realidad, muchas de esas señales son una forma que tiene nuestro cuerpo y nuestra mente de ponernos en alerta, para mostrarnos que hay algo dentro que pide ser escuchado. La terapia floral acompaña precisamente ese proceso de autodescubrimiento y toma de conciencia, ayudando a identificar emociones no digeridas, estados internos o patrones del pasado que aún siguen actuando. Está dirigida a personas que buscan un acompañamiento respetuoso, que no juzga, y que les permita reconectar con su equilibrio natural, con la calma y con la claridad para avanzar.
El sistema del Dr. Bach está compuesto por 38 esencias florales, cada una vinculada a un estado emocional específico. Entre ellas, los 12 primeros remedios, llamados “los doce sanadores”, representan aspectos básicos de la personalidad; el resto actúa como flores de apoyo, que ayudan a armonizar emociones más concretas y situaciones puntuales.
El sistema fue creado por el Dr. Edward Bach (1886-1936), médico, bacteriólogo y homeópata británico. Durante su práctica médica, Bach observó que muchas dolencias físicas estaban profundamente relacionadas con emociones no resueltas, angustias o conflictos internos. Con el tiempo comprendió que no bastaba con tratar el cuerpo si no se atendía también el estado anímico de la persona. Movido por su amor hacia sus pacientes y
su deseo de comprender mejor el origen del sufrimiento, viajó por distintas regiones de Inglaterra buscando flores silvestres que irradiaran una vibración sanadora. Descubrió que el efecto vibracional de las flores tenía un impacto real sobre los estados emocionales, ayudando a restablecer el equilibrio interior. Así nació el sistema de las 38 flores de Bach, cada una destinada a armonizar un estado emocional diferente —miedo, incertidumbre, tristeza, desánimo, soledad, impaciencia, entre otros—, con la intención de que el bienestar emocional condujera también a una mejoría física y vital.


Como terapeuta floral, acompaño a cada persona en su proceso de comprensión y transformación interior. Mis consultas se desarrollan de la siguiente manera:
Porque nuestros compañeros de cuatro patas también sienten, vibran y necesitan ser escuchados.
En mis sesiones de terapia floral trabajo también con perros y gatos para acompañar estados como el estrés, la ansiedad, los cambios de ambiente, la separación, la socialización, los miedos, las pérdidas o simplemente para favorecer su bienestar emocional.
Utilizo las esencias del sistema floral del Dr. Bach, adaptadas al mundo animal, para identificar juntos esas emociones o patrones internos que pueden estar detrás de comportamientos, estados repetitivos o cierto desequilibrio.
La sesión incluye: conversación con el dueño o cuidador del animal, reconocimiento del estado del animal, elaboración de un preparado personalizado con las esencias necesarias, y seguimiento hasta que el animal muestre confort y seguridad.
Si tienes un perro o gato al que quieres ofrecerle un apoyo más profundo a nivel emocional, contáctame y veremos cómo acompañarlo.

Realizo tanto consultas presenciales, en las que me desplazo si es posible, como consultas online para quienes prefieren la comodidad de hacerlo desde casa. Puedes contactarme directamente a través del enlace de WhatsApp o en el apartado de contacto de esta página web, donde encontrarás toda la información para concertar tu cita o resolver cualquier duda. Estaré encantada de acompañarte en tu proceso.